El motivo de este ejercicio es simplemente el de unir a las personas por medio de conexiones basadas en el entendimiento de las palabras y los sentimientos que cada uno de ellos comparte el uno con el otro; se trata de entender a la otra persona. Cuando tengas que responder a tu esposo/a, intenta usar palabras individuales que expresen tu sentir en vez de explicaciones largas, palabrerío o respuestas tediosas. Evita intentar resolver problemas o dar consejos. Existe un tiempo reservado para trabajar los problemas, pero para lograr el mayor provecho y aplicación de esta herramienta, este no es el tiempo

También, para un mejor aprendizaje y uso de esta herramienta, no uses o saques a relucir temas volátiles o problemáticos durante el ejercicio. No uses situaciones que aún no han sido resueltas dentro de tu matrimonio o relación.

1. Una persona explica parte del dilema de forma breve, tomando de 10-20 segundos como máximo.

   Habla de algo que sea importante para ti y que aún no se haya resuelto. Puede tratar sobre el trabajo, la familia o cualquier otra situación o preocupación que porte un importante significado para ti.

2. La segunda persona escucha y presta atención a lo que la primera persona está diciendo y sintiendo.

   • Después que la primera persona hable, tu trabajo es responder con palabras que les hagan saber que los entiendes, que entiendes lo que están sintiendo y que también entiendes por qué es importante para ellos. En la siguiente página puedes ver un inventario de palabras que te ayudaran a expresar tus sentimientos si lo necesitas.

   • Media vez hayas respondido, pide y busca retroalimentación para así determinar cuán bien has entendido a la primera persona.

   • Si hiciste un buen trabajo, la primera persona te lo hará saber al decirte que se sintió entendido/a por ti. Si no entendiste bien, pide más explicaciones (10-20 segundos como máximo) e intenta responder de nuevo.

   • Continúa este proceso hasta que la primera persona pueda decir, “Si, me has entendido y sabes cómo me siento.”

   • No te ofendas si debes intentar varias veces. Recuerda que esto se trata de entenderse el uno al otro, no de quién está en lo correcto y quién no.

3. Segunda Persona: Ahora, pregúntale a la primera persona cómo se sintió tras ser escuchado/a y entendido/a.